- Preparamos todos los ingredientes para nuestro gazpacho.

- Vamos a lavar y trocear el pimiento verde en varios trozos. Pelamos y troceamos el tomate. Pelamos una cebolleta o media cebolla grande y la troceamos. En nuestro caso como se trataba de cebolla grande solamente hemos puesto la mitad. Pelamos y le quitamos el germen a un diente de ajo. Echamos todo esto a la jarra de la batidora de vaso.

- Partimos el melón por la mitad y le sacamos los trozos quitándole la piel. Si se trata de un melón pequeño redondito vamos a echarlo entero. Si es de tamaño grande, solamente la mitad. Y si se trata como en nuestro caso de un melón de los alargados pero de tamaño pequeño vamos a poner unas 3/4 partes del melón. Es importante que la cantidad de melón sea proporcionada para que tenga un buen sabor a melón.

- Sacamos la carne del melón y se la añadimos al resto de ingredientes de la jarra de la batidora.

- Añadimos al vaso de la batidora el aceite, el vinagre y una cucharadita de sal. La medida a utilizar es el doble de aceite que de vinagre. Nosotros solemos usar el medidor de la batidora y en este caso tenemos 50 ml de aceite y 25 de vinagre de manzana.

- Batimos todo hasta que quede una crema sin grumos.

- Probamos y rectificamos de sal, aceite o vinagre según nuestros gustos.

- Ponemos el jamón cortado en tiras en una sartén sin aceite y lo calentamos a fuego medio unos minutos, hasta que queden doradas y crujientes. Nosotros en esta ocasión no teníamos jamón en tiras si no en tacos así que, no hemos podido hacer el efecto de tiritas crujientes sino más bien, taquitos crujientes. El efecto es parecido pero no el mismo que con las tiritas pero bueno el sabor sí que se lo da. El jamón siempre le da un buen toque a cualquier plato. Lo echamos en un bol. Si se quisiera también se podría tomar el jamón sin pasar por la sartén. Es cuestión de gustos.

- Echamos gazpacho en un cuenco y ponemos por encima el jamón crujiente.

- En verano solemos meterlo en la nevera y lo dejamos que se enfríe bien antes de servir. Lo servimos muy frio, le añadimos el jamón crujiente por encima y a disfrutar. Esto es un gran plato para los calurosos días de verano. En otras ocasiones no nos da tiempo a dejarlo enfriar y lo tomamos sobre la marcha. En cualquier caso esta buenísimo.