- Lo primero que vamos a hacer es preparar nuestros ingredientes. Preparamos por un lado 500 grs de guisantes. La forma de comer los guisantes depende del gusto de cada uno y a nosotros nos gustan de todas formas. Si se trata de guisantes naturales es mejor darle un cocido previo y si se trata de guisantes congelados los usamos directamente. En esta ocasión tocó guisantes congelados así que, directamente los sacamos y dejamos descongelar.

- Junto a nuestros guisantes preparamos un platito con ajos pelados y laminados, sobre los 4 o 5 ajos y otro con jamón picado, sobre unos 200 gr o un paquetito de los que ya vienen en tacos. Nunca es mucho jamón!!

- Ponemos un chorreón de aceite sobre nuestra sartén Wok y el fuego fuerte.

- Doramos los ajos. Es recomendable no dorarlos del todo, si no simplemente casi dorados para que se terminen de hacer después mientras se rehogan los guisantes. Si los doramos del todo, al saltear los guisantes se nos tostarían de más y nos amargaría el plato.

- Cuando estén casi dorados añadimos los guisantes y los salteamos.

- Cuando los tengamos casi rehogados le añadimos los trocitos de jamón y seguimos rehogando todo junto.

- Una vez que tenemos todo rehogado, tanto guisantes como jamón le cambia ligeramente el color, ya los tenemos rehogados.

- Podemos consumir solos como plato único, acompañado de una carne o un pescado. En esta ocasión nosotros lo acompañamos de unos filetes de pollo a la plancha con tomillo. Tenemos aquí un plato fácil de hacer, ligero y muy sabroso.