Las Madeleines son unas pequeñas magdalenas de origen francés, de la región de Lorena, concretamente de Commercy. Commercy se hizo famoso desde finales del siglo XIX hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial por el espectáculo colorido y ruidoso que daban las vendedoras de madeleines en la estación del tren de la ciudad. Las vendedoras llevaban grandes cestas de mimbre y circulaban por los andenes gritando que llevaban madeleines y el nombre de la fabrica de la que venían. Esto fue un espectáculo insólito en la red ferroviaria de Francia. Los viajeros empezaron a comprarles y a propagar la fama de este dulce en sus viajes.
Con respecto al nombre hay varias teorías:
– La tendencia más extendida atribuyen su creación a Madeleine Paulmier, una sirviente que elaboró por primera vez estos bizcochos en 1975 para el duque Stanislas Leszczynski, rey de Polonia y duque de Lorena, sustituyendo a su cocinero habitual. Al rey le gustaron tanto que decidió convertirlos en su dulce oficial y ponerle el nombre de la chica.
– Otra versión atribuye su origen a una joven llamada Madelaine que ofrecía a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago bizcochos moldeados en conchas de vieiras. Esto explicaría su llegada a España y la popularidad que tienen aquí también.
Sea cual sea su origen hay que decir que es un dulce buenísimo, fácil de hacer y perfecto para acompañar un café, té, chocolate, etc.
Madeleines

Ingredientes:
- Huevos XL - 3
- Harina de trigo - 120 gr
- Azúcar blanca - 100 gr
- Mantequilla - 100 gr
- Levadura química - 10 gr
- Ralladura de un limón -
- Esencia de vainilla - 1 ml
Preparación:
- Preparamos los ingredientes y el molde para Madeleine.
- Echamos los 3 huevos en la Kitchen Aid.
- Añadimos el azúcar y lo ponemos a velocidad media a batir hasta que blanqueen.
- Rallamos un limón.
- Una vez que la masa ha blanqueado le añadimos la ralladura del limón.
- Y la esencia de vainilla ¡Mucho cuidado: Si nos pasamos con la cantidad de esencia podemos obtener unos bizcochitos un poco fuertes! Importante no echarle mucho más y sobre todo si es esencia concentrada como es en nuestro caso.
- Batimos para que se incorpore tanto el limón como la vainilla.
- Pesamos los 120 gr de harina de trigo.
- Y 10 gr de levadura química.
- Lo mezclamos bien.
- Añadimos la mezcla de harina y levadura a la masa y mezclamos todo bien para que se integre.
- Pesamos 100 gr de mantequilla. La metemos unos 30 segundos al microondas para que se derrita. No se nos ha derretido del todo pero terminamos de derretirla con ayuda de una cucharilla.
- Echamos la mantequilla a la masa.
- Lo batimos muy bien para que quede perfectamente integrado todo.
- Para ayudarnos a echar la masa en las cavidades del molde, y debido a lo pequeñas que son las cavidades de nuestro actual molde, vamos a usar el dosificador de masas de magdalenas. Vamos echando pequeña cantidad sobre cada una de las cavidades.
- Precalentamos el horno a 190º por arriba y por abajo. Una vez que tenemos el horno preparado horneamos sobre los 10 minutos. Este tiempo depende del horno, aconsejan hornearlo unos 12 minutos pero en nuestro caso con 10 minutos fue suficiente.
- Debido a que este molde consta de 20 cavidades muy pequeñas tuvimos que hornearlas en 4 tandas. Para la próxima me conseguiré el molde de 9 cavidades y haré de varios tamaños y ambos en la misma hornada.
- Lo bueno de este tipo de molde es que conforme lo sacas y prácticamente en caliente puedes desmoldar los bizcochitos y echar más masa, por tanto, no le daba tiempo al horno a enfriarse cuando ya tenía la siguiente bandeja para introducir.
- Se pueden comer tal cual están tras hornearlos, espolvorear con azúcar glass recién sacados de horno, bañar en chocolate, etc.
- El resultado ha sido un bizcochito super bueno y esponjoso. Destaca sobre todo la esponjosidad del bocado. El único problema que tiene es que son bizcochitos adictivos y como san tan pequeños pasa como con las pipas, comienzas a comer y no sabes parar ....

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